El flamante funcionario del gobierno de Axel Kicillof dijo que la Argentina debería tener una regulación “como en Uruguay”. También se manifestó a favor de ampliar el uso medicinal del cannabis a todas las patologías y no sólo a epilepsia refractaria, como sucede actualmente

 

Por Fernando Soriano

 

Lo dijo a título personal, pero fue concreto: el nuevo ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, admitió el miércoles por la noche, horas antes de asumir su cargo, que es tiempo de “despenalizar” el uso adulto de marihuana. Además, consideró que la ley de uso medicinal debe extenderse a otras patologías para que las madres cultivadoras salgan de la clandestinidad.

 

“Yo estuve en Sedronar seis meses y la verdad que después de ver mucho, aunque es una posición absolutamente personal, personalísima, creo que debería despenalizarse el uso de la cannabis”, reconoció el funcionario del gobierno de Axel Kicillof.

 

Gollan consideró que la Argentina debería reformular su legislación al respecto y apartar la tenencia y el autocultivo para uso personal de los delitos considerados en la ley de drogas actual (sancionada hace ya 30 años). “(Hay que) tener alguna regulación como en Uruguay, no hay ningún problema con que eso se haga”, remarcó el ministro de Salud bonaerense en referencia a la ley del país vecino, donde los ciudadanos pueden cultivar hasta seis plantas en sus casas por ciclo, integrar un club de membresía o comprar la sustancia en farmacias autorizadas por el Estado.

 

El médico, de 64 años, fue contundente cuando consideró que la prohibición de la marihuana es parte de una “hipocresía terrible” al remarcar la contradicción que se ve en Estados Unidos (primer país que prohibió la sustancia, en 1937), donde a pesar de que es un delito federal, muchos estados ya legalizaron todo tipo de uso.

 

La última marcha por la regulación del cannabis en Argentina, en noviembre de 2019

 

“Hay una hipocresía terrible, casi en 30 estados norteamericanos ya se hizo esto (N. de la R.: 11 estados de EE.UU. legalizaron todo tipo de uso, el último fue Michigan, este 1° de diciembre, y 33 lo hicieron con el uso medicinal). Se pueden vender entre 40 gramos y 7 gramos si la persona no es del mismo estado. Después nos juzgan a nosotros porque la DEA viene y nos pega y en su país tienen esto. Lo dijo Obama, y además es plata en blanco, antes todo esto estaba en el circuito negro”, aseguró Gollan cuando le preguntaron sobre el uso adulto (o mal llamado “recreativo”) en el programa Esto recién empieza, por C5N.

 

En la Argentina hay dos proyectos de regulación de cannabis que tienen influencias tanto de Uruguay como de Canadá y algunos estados de Estados Unidos. Las organizaciones cannábicas, sociales y de derechos humanos trabajan desde hace meses para presentar el año legislativo entrante nuevos proyectos que cambien el paradigma y dejen de perseguir a los usuarios.

 

Consultado sobre la reglamentación de la actual ley de uso medicinal del cannabis, Gollan opinó que hay que mejorarla y ampliar el permiso a todas las patologías que se benefician con las moléculas de la planta de cannabis (THC y CBD son las más importantes, entre cientos que han sido descubiertas en los últimos 40 años).

 

Desde su reglamentación, en septiembre de 2017, y hasta ahora el Gobierno sólo permite el trámite para conseguir aceite de cannabis a quienes padecen epilepsia refractaria. El ministro bonaerense fue crítico con la exigencia del Estado de tener evidencia científica que ya existe e ironizó con que la provincia de Jujuy tenga un cultivo de cannabis cuando para el resto del país, especialmente para los usuarios, eso está prohibido.

 

Gollan asumió este jueves como ministro de Salud bonaerense

 

“Hoy es indudable", respondió Gollan cuando se le consultó sobre la necesidad de ampliar la ley de uso medicinal. Y amplió: “Porque hace pocos días salió una investigación muy seria hecha en el Hospital Garrahan de algo que ya se sabía. Un estudio donde esperaban que las gotas de cannabis dieran resultado en un 30% de los chicos a los que se le aplicaba, y les dio a un 80% y estaban sorprendidos porque es una efectividad impresionante. Chicos que no tenían medicación para eso y que no respondían a ninguna medicación, con el cannabis responden y tienen una mejor calidad de vida", dijo el médico.

 

El ministro fue crítico con la necesidad del Estado de tener este tipo de informes mientras los usuarios tienen que arriesgar su libertad para acceder a la sustancia. "Ahora esto lo habían descubierto hace mucho en la clandestinidad, en soledad y perseguidas las madres, y además hay otras patologías también. En el mundo se está investigando, por eso es que en el norte argentino pusieron una enorme plantación, pero para que se la lleve una empresa multinacional y después nos vendan las gotitas. Es muy extraño ese caso”, ironizó en referencia al proyecto del gobernador jujeño Gerardo Morales.

 

Gollán es uno de los dos funcionarios de Kicillof que asumieron procesados. Es investigado por irregularidades en la instrumentación del Plan Qunita. El otro es Cristian Girard, nuevo director ejecutivo de ARBA. Este enfrenta una investigación en su contra en el marco de la causa Dólar Futuro.

 

Las declaraciones de Gollan se suman a las que realizó el ahora presidente Alberto Fernández, quien en junio pasado se manifestó a favor de rever la penalización de la tenencia de cannabis y remarcó que la actual forma de lucha contra el narcotráfico “es un rotundo fracaso”.

 

Un detalle de la marcha ante el Congreso de la Nación de Mamá Cultiva, una ONG de madres que procuran conseguir un marco legal para el cultivo de cannabis para la salud de sus hijos

 

Fernández consideró que la marihuana es una sustancia incluso menos nociva que el tabaco y dijo que "la solución" para combatir las adicciones no es perseguir fumadores de marihuana.

 

Por eso en noviembre pasado la organización Mamá Cultiva Argentina envió una carta al Presidente y a Cristina Fernández de Kirchner para modificar el actual paradigma. “Seguimos y seguiremos cultivando como venimos haciéndolo: nuestro dolor no puede esperar. Queremos dejar de ser delincuentes a los ojos de la ley y para eso necesitamos que la autonomía que tanto nos costó conseguir sea preservada por un Estado que no nos quite la posibilidad de ayudar a nuestros familiares a aliviar sus padecimientos”, decía el texto,

 

“Hemos intentado con la guerra contra el narcotráfico una y mil veces y no hemos resuelto el problema de las adicciones. Las adicciones tienen distintos niveles, según dice la ciencia médica; adicciones que son más dañinas que otras para la salud humana. Pero algunas drogas son hasta menos nocivas que el tabaco, que circula libremente entre nosotros y mata a mucha gente de cáncer”, había dicho Fernández, cuando todavía era candidato por el Frente de Todos.

 

“Yo creo que ahí también tenemos que dar una respuesta sensata. La solución no es andar persiguiendo a fumadores de porro de marihuana. La solución es actuar con otra sensatez. Hemos corroborado hasta aquí que persiguiendo como perseguimos sólo generamos un mercado negro que es perfecto para los grandes delincuentes del narcotráfico y le arruina la vida al pequeño consumidor, que ha decidido intoxicarse, como el fumador de tabaco, que lo hace cotidianamente”, agregó en aquel momento Fernández.