¿Es un gesto de amplitud hacia el resto del PJ o el primer paso de una retirada? Imprimir
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Sábado, 18 de Mayo de 2019 19:10
Si bien todos los políticos y analistas creen, o dicen creer, que entienden la lógica K nadie lo hace por completo desde el momento que esta mañana se sorprendieron - propios y ajenos - con la fórmula Fernández-Fernández. La gran pregunta es: ¿qué hay detrás del anuncio?
 
Por Valeria Cavallo
 
La novedad dejó boquiabiertos a todos los sectores políticos incluidos los que posaron con Cristina Kirchner en la sede del PJ la semana pasada. Y la primera gran pregunta, entre otras, que muchos se hacen es: ¿qué significa, qué hay detrás? Es imposible no pensar en la estrategia política que ideó esta nueva fórmula porque es así como se mueve la ex presidente habitualmente: dando un paso con el próximo ya ideado. ¿Cuál es entonces el próximo paso?
 
Si bien es muy temprano para saberlo se pueden imaginar escenarios eventuales. El primero de ellos es, y comenzó a concretarse, que se bajen todos los potenciales "competidores internos" a esa fórmula. Junto con las declinaciones voluntarias de los kirchneristas y los justicialistas afines – muchos de ellos con escasas mediciones en imagen e intención de voto- está el resto del espectro del PJ entendiendo qué sucede y si esto es la puerta a una negociación más amplia que contenga al resto del justicialismo eliminando así la tercera vía y ampliando el piso/techo del 30 por ciento del electorado que se supone votaría a Cristina Kirchner.
 
¿Por qué sería posible una negociación? Porque ella ya no sería nuevamente presidente, porque muchos consideran a Alberto Fernández más moderado y con diálogo con empresas locales y extranjeras, porque el ex jefe de Gabinete no es sinónimo del odio y venganza que resumió buena parte de los últimos años del kirchnerismo – es decir que podría no haber un "ministerio de la venganza" como a muchos le gusta llamar a un eventual revanchismo – y porque implicaría un gesto de amplitud por parte de ella "bajarse" a la vicepresidencia en un país presidencialista donde siempre la figura del segundo de la fórmula estuvo desdibujada.
 
Así podría llegar a las PASO con un espectro más amplio que contenga a muchos más que los intendentes kirchneristas del Conurbano y a los seguidores de La Cámpora.
 
Sin embargo, entre quienes trabajaron y gobernaron bajo la era K, la visión es un tanto diferente porque entienden que optaron por alguien que no la opaca, que no genera empatía y que no tiene ni territorio ni militancia, es decir, imaginan un escenario donde la vicepresidente no sería tal. "¿No se acuerdan del doble comando? Y ella solo era primera dama, eso sí, con despacho en la Casa Rosada. ¿Se imaginan ahora…?", dice un ex kirchnerista rememorando la época en la cual gobernaba Néstor Kirchner pero se decía que el verdadero poder lo detentaba su mujer. De esta forma, hay quienes entienden que sigue sin haber diálogo posible porque no ven la candidatura de vicepresidente como un gesto de generosidad ni de renunciamiento.
 
Pero…¿y si se baja?
 
Otra de las hipótesis que por estas horas cobra fuerza es la idea de que esta fórmula sea un primer paso para que Cristina Kirchner finalmente desista de todo: es más fácil hacerlo desde un  segundo puesto que desde el primero. Quienes la entienden más generosa imaginan que luego de armar un frente que contenga a sus seguidores incondicionales con el resto del PJ se bajaría; y quienes la consideran más especulativa suponen que fue la forma que eligió para transitar el inicio del juicio oral -que finalmente ocurrirá el próximo martes 21 de mayo – y que, cuando esté más claro el horizonte de la causa y los tiempos judiciales, desista de ser candidata a algo.
 
En esta última línea se inscriben también quienes entienden que la senadora necesita estar formalmente en un espacio político para poder ubicar en las listas a todos los que requieren estarlo, desde su hijo Máximo hasta quienes supieron estar con ella siempre y les debe de mínima un espacio en las eternas listas legislativas de la provincia de Buenos Aires o incluso en las candidaturas municipales. Una vez concluida esa tarea volvería a su banca de senadora.
 
De hecho, contrariamente a la tradición, esta vez el kirchnerismo no anunció su fórmula en la víspera del cierre de inscripción de listas sino un mes antes; tiempo de sobra para reacomodamientos, negociaciones y muchas sorpresas más…
 
Todo está por verse. Este es el primer paso de un juego que llevará meses terminarlo.
 ¿Es un gesto de amplitud hacia el resto del PJ o el primer paso de una retirada?