Hijo de futbolistas, lo señalan como el “nuevo Riquelme” y es seguido por Barcelona y Real Madrid: Matías Palacios, el 10 de la Selección Sub 17 que sueña con el Mundial Imprimir
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Viernes, 01 de Noviembre de 2019 15:05
En un mano a mano, una de los joyas del equipo habló sobre su relación con la pelota, describió cuáles son las bases del seleccionado para soñar con una gran Copa del Mundo y resaltó el valor de tener a Placente y Aimar como conductores de Argentina
 
Por Juan José Ciceri
 
Hace algunos días, sorprendió a todos cuando casi hace un gol que hubiera quedado en la historia. En el debut de la selección argentina Sub 17 en el Mundial de Brasil, el protagonista de esta historia vio adelantado al arquero de España y, desde atrás de la mitad de la cancha, ejecutó un disparo que se estrelló en el travesaño.
 
Ese movimiento fue sólo un destello de la calidad que tiene Matías Palacios, una de las grandes apariciones del fútbol argentino de los últimos tiempos, y un futbolista clave para el sueño que tiene toda la Selección de llegar a lo más alto en la Copa del Mundo de la categoría.
 
Todo comenzó el 10 de mayo del 2002, en General Pico, La Pampa. Ese día, Mati se convirtió en el tercer hijo varón de Eduardo y Patricia, dos futboleros que se enamoraron y repartieron ese culto por la pelota a sus chicos.
 
“Yo tengo una familia futbolera. Mis papás jugaron al fútbol, mi hermano mayor también jugó, pero después se dedicó al estudio. Y mi otro hermano, Julián, juega en San Lorenzo como yo. A los 4 o 5 años empecé a jugar este deporte que es el más lindo de todos”, le dijo Palacios a Infobae.
 
Con el antecedente que papá jugó varios años en Estudiantes de La Plata, y que mamá despuntó el vicio de jugar desde muy joven, la casa de los Palacios se convirtió en un centro de aprendizaje para el menor de los Palacios.
 
“Papá me daba más indicaciones porque él jugó en el mismo puesto que yo y lo escucho mucho. Mi mamá jugaba de delantera. Sigue jugando, y cuando vamos nosotros para allá, organizamos algún partido y le jugamos. Ella es goleadora, jaja”, mencionó el futbolista pampeano entre risas.
 
Dicen que cuando Pablo Aimar y Diego Placente se hicieron cargo de las divisiones menores de las selecciones juveniles, uno de los jugadores que los cautivó fue Palacios. Y para Matías, su relación con la celeste y blanca fue amor a primera vista. De la mano dos históricos del ciclo de José Pekerman, se forjó una base de jugadores que comenzó a trabajar en 2017 y que tuvo su primera gran conquista en el Sudamericano Sub 15 que se jugó en San Juan.
 
Para el mediocampista creativo, el tiempo compartido con sus compañeros es una gran ventaja para buscar el objetivo de ser protagonistas en el Mundial. “Hace dos años y medio que trabajamos juntos, nos conocemos de memoria. A mí me gusta trabajar, entrenar y jugar con ellos porque se me hace mucho más fácil”, dijo Palacios.
 
“Es un grupo muy unido, nos llevamos muy bien todos. Cada uno de nosotros tiene buena predisposición para trabajar. Eso es lo que nos hace ser unidos. Es un grupo maravilloso”, agregó el chico que se adueñó de la camiseta número 10 de Argentina y no la soltó más.
 
“En el Sudamericano Sub 15 me enteré que iba a usar la 10, que es un número muy lindo para usar. Es una camiseta que la usaron muchos jugadores grandes como Román (Riquelme), como Messi, Maradona. Mi papá, que también jugaba de 10, mi hermano. Tiene mucho significado usar esa camiseta. Fue muy lindo y desde ahí el torneo en San Juan la puedo seguir usando”, contó el futbolista juvenil.
 
La conexión entre la 10 y Matías Palacios tiene un común denominar. Además de estar relacionada con la posición en la cancha donde jugaba de su progenitor, el gusto por ese número tan especial para la historia del fútbol argentino está relacionado con un apellido clave para la historia de Boca.
 
“Román Riquelme, siempre lo digo”, respondió Palacios cuando Infobae le preguntó quién era su ídolo futbolístico. “Me gustaba cómo hacía jugar a los compañeros y la pegada que tenía”, contribuyó en la charla. Al igual que lo hacía el histórico enganche xeneize, a Matías le encanta pisar la pelota y moverse por el costado izquierdo de la cancha.
 
Desde que llegó de muy joven a San Lorenzo, todos en el Bajo Flores quedaron encantados con su forma de ser. Dentro y fuera de la cancha, este volante de ojos claros tiene un lema que lo define. “El talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo de cada uno”, dice su perfil de su cuenta de Instagram, que está repleto de imágenes con la camiseta de la selección argentina.
 
Gracias a sus actuaciones en las inferiores del Ciclón, y de que Martín Di Diego -su DT en la Séptima División- lo cambió de volante central a enganche, saltó varias categorías hasta desembarcar en la Reserva. Es más, el año pasado, su nombre y apellido quedó marcado a fuego para siempre en el club de Boedo: el 21 de septiembre del 2018, en el triunfo como local ante Patronato, se convirtió en el futbolista más joven de la historia del club en hacer su presentación en la máxima categoría con 16 años, cuatro meses y once días.
 
Palacios junto a Messi, uno de sus ídolos
 
“Solo tengo agradecimiento al club por todo lo que me brinda. Siempre tratan de ayudarme, llevarme por el buen camino y aconsejarme. Eso para mí no tiene precio”, dijo.
 
Argentina aterrizó en Brasil como uno de los serios candidatos a pelear el título mundial Sub 17, el único que le falta a las vitrinas de la AFA en las selecciones juveniles masculinas. Hasta el momento, en el Grupo E de la compatencia, igualó 0-0 ante España y superó 3-1 a Camerún. El domingo, desde las 17, definirá su suerte ante Tayikistán. Palacios cree que este grupo tiene mucho para dar en el torneo, y se basó en varios aspectos para definirlo.
 
“La humildad que tiene este equipo, las ganas de seguir aprendiendo, trabajando; el compañerismo, que siempre intentamos apoyarnos unos con otros; y el juego, la manera de jugar que tenemos que es muy vistosa”, analizó.
 
"Hace dos años y medio que trabajamos juntos, nos conocemos de memoria. A mí me gusta trabajar, entrenar y jugar con ellos porque se me hace mucho más fácil. Creo que con eso sacaremos ventaja”, sumó en su explicación sobre por qué piensa que el seleccionado de Aimar puede competirle de igual a igual a cualquiera.
 
Con más de 300 entrenamientos en el proceso y decenas de partidos internacionales, tal vez la carta ganadora de la selección Sub 17 es la forma en que el grupo funciona como tal. Cada uno reconoce el rol que tiene en el equipo, saben cómo manejarse y con qué valores deben transitar cuando están vestidos de celeste y blanco. Esos mandamientos que les dieron un sentido de pertenencia a estos chicos son los que potenciaron Aimar y Placente, una dupla que para Palacios ha sido clave en una etapa clave en su carrera como jugador.
 
“Aportan muchísimo al grupo. Ellos ya estuvieron en esta situación y siempre nos dicen que ojalá podrían volver el tiempo atrás y tener 17 años como nosotros. Siempre nos tratan de ayudar, apoyar y aconsejarnos para nuestro crecimiento”, dijo el enganche sobre el entrenador y su fiel ayudante.
 
El futuro le pertenece a Matías Palacios. A sus 17 años, son varios los ojeadores de los grandes equipos del fútbol europeo que ya lo tildaron entre la lista de grandes promesas que tiene este Mundial Sub 17. Según dicen en España, entre el Real Madrid y el Barcelona van a jugar un clásico fuera de la cancha para ver quién es el primero que le hará una oferta a San Lorenzo.
 
“Es hermoso poder coronar los trabajos con un título. Por ahí, cuando no terminas con un título, el trabajo no se ve, pero igual estuvo hecho”. Esa concepción, la del trabajo, es lo que llevó a Palacios y compañía a la victoria. Es el mismo sentimiento que los impulsa en su primera experiencia mundialista para quedar en la historia grande de Argentina.
 Hijo de futbolistas, lo señalan como el “nuevo Riquelme” y es seguido por Barcelona y Real Madrid: Matías Palacios, el 10 de la Selección Sub 17 que sueña con el Mundial