Mirta Hernández: “Con lo que me pasó en la Posta de Vacunación para mi se terminó la participación política, que no me hablen más ni vayan a mi casa”

La mujer que es enfermera de profesión y jubilada comenzó hace algunos días a realizar posteos en redes sociales contando la situación que le tocó vivir como empleada de la Posta de Vacunación de Rivadavia. En su visita a los estudios de Master FM 102.1 amplió el porque de esas publicaciones.

“Me decidí a escribir en las redes porque me canse de esperar, me canse de las contestaciones, un día si, que espere que tenga paciencia y mi paciencia se agotó” comenzó diciendo Mirta quien agrega que todo empezó el ´16 de enero “Parece que este día esta marcado en mi vida porque ese día tuvo el accidente mi nieta y ese día cumplía años uno de mis hijos. Ese día llegue a trabajar y no había vacunación y hacíamos burbuja. En los posteos pongo “el kiosco” porque después vi que la posta la manejaban como un “kiosquito” por parte de personas que no tienen ni idea de lo que es vacunación”

Mirta cuenta que fue el titular del ANSES de América Hernán Romero quien fue a buscarla para que trabaje en ls Posta de Vacunación “Soy enfermera, sigo haciendo trabajos de enfermería a pesar de esta jubilada, quiero dejar bien claro que en esto no tienen nada que ver las mujeres enfermeras que allí trabajan que las maneja una profesional de la salud. Yo vengo acostumbrada a trabajar en el Hospital con Nelda Beltrán quien si te tenía que felicitar por algo lo hacía delante de todos y si te tenía que retar lo hacía con vos solamente”.

KIOSQUITO

“Por eso quiero hablar del tema kiosquito, salí muy mal de la Posta, pasaron muchos meses y me tema no se arregló. Llegue ese día a trabajar, eramos dos. hacía mucho calor ese 16 de enero. Veo que esta chica, que trabaja para la municipalidad y esta nombrado y todo, que estaba conmigo empezó a sacar de la heladera las vacunas que estaban allí a 11°, era como que no sabia que hacer. Cuando sacas vacunas de una heladera tenés que tener un freezer encendido una hora antes, ella la manipuló, por orden de quien (después me contó). Ahí le dije – vos no podés manipular las vacunas – el freezer recién esta enchufado, sabes cuanto va a tardar en agarrar ? Se me ocurrió decir “voy a llamar a Cecilia Leiva porque vos no sabes nada de vacunas y no podés manipular así las vacunas, hice como que la llamaba pero no la llame porque Cecilia estaba de vacaciones y no quise molestarla. Entonces me hice como que hablaba y dije “Cecilia quiero hablar con vos” pero no lo hacía, ella se fue y habló por teléfono otra vez. No pasó más de 20 minutos que llegó el dueño del kiosquito con los ojos en sangre porque seguro le dijo que estaba hablando con la que si sabe de vacunas”.

Mirta sigue contando que “el dueño del kiosco vino en una motito a agarrarme mal, me dijo quien sos vos para llamar, pensé que me iba a agarrar del cuello, me gritó de todo, me dijo de todo “quien sos para llamar a Cecilia”, la miro a la piba y le pregunto- vos le dijiste que yo llame ? que mentirosa que sos, era para probar que clase de persona sos, sos una basura igual que este tipo. Él empezó a gritarme, me gritó de todo, me dijo de todo, golpeaba la mesa y en un arranque le mande con una botella de agua que esta caliente porque no teníamos ni agua fría. Yo cuando entré allí y me dijeron que iba a estar este hombre pensé como van a poner de coordinador a alguien que no sabe de salud, hubieran puesto a Ana Morales o a la misma Cecilia Leiva que saben de que se trata”.

SIN LIMPIEZA

La mujer contó que faltaba limpieza en el lugar “Las mesas estaban sucias, los sillones donde se sienta la gente eran un horror, una ves el kiosquito se lleno de garrapatas, tiré unas cortinas llenas de garrapatas, caminaban hasta en las camillas. Eso tendría que haberse cerrado dos días y desinfectado y eso no se hizo”.

LA LLEGADA DE LA POLICIA

La ex empleada de la Posta de vacunación cuenta que terminó ese día “custodiada por la policía como si fuera la más mafiosa, la peor persona, la peor basura. Puse la espalda contra la pared, la policía me dejó los brazos con marcas, toda morada porque la policía quería que no les pegue ni a ella ni a él porque mi primera intención fue darles porque no soportaba lo que me estaban gritando. Estoy segura que él los llamo, no me dieron mi bolsa ni me cartera ni teléfono y me sacaron afuera al rayo del sol”.

La mujer manifestó que lo único que quiere es cobrar lo que le adeudan desde el 16 de enero “no me pagaron más, yo firme hasta que se termine el “kiosquito” yo quiero mi dinero. Yo hoy estoy afuera y sin cobrar y otros que se han mandado flores de macanas siguen cobrando y estando allí, la que manipuló las vacunas, el dueño del “kiosquito” y a mi me suspendieron y la plata va a otro bolsillo porque es mentira que dan de baja el plan. Si termina en Abril quiero mi sueldo hasta abril y si esto no se termina quiero seguir trabajando, volver a presentarme y seguir cobrando mi sueldo”

Mirta contó que comenzó cobrando 48 mil pesos por mes y que después fue aumentando el plan hasta en estos tiempos cobrar unos 85 mil pesos “Hay cosas que duelen pero hay formas y formas de sacar a una persona de un lugar, milite en Unidad Ciudadana desde el 2017 para Hernán Romero y para los otros también. La gente de la Posta estuvo mal elegida, eligieron a las que más sueldos tienen, a las más revolucionarias, no revolucionarias…son unas pobres pibas. Hubo una, Judas (así la nombre) que se llevaba las cosas en un carrito para que no se las roben, se llevaba el café, el papel seguramente por orden del jefe del kiosquito”