Las cosechas abundantes en Siria alientan la esperanza ante la crisis

Yehya Mahmud mira las doradas espigas de su campo de trigo, y se alegra ante la abundante cosecha, crucial en una Siria en guerra, devastada por una crisis económica que ha extendido la hambruna de forma pavorosa.

Unos 9,3 millones de sirios –más de la mitad de la población– viven en la inseguridad alimentaria, según la ONU. Y la cifra podría aumentar aún más, según varias oenegés.

Las cosechas son también esperadas por las autoridades, que abogan por el autoabastecimiento, antes de que se agrave la crisis y se disparen los precios por las sanciones estadounidenses contra el régimen de Bashar Al Asad.

En su campo de trigo de la región de Kesswa, a las puertas de Damasco, la cosecha de Mahmud es prometedora.

“Pese a las dificultades para obtener fertilizantes y carburante, he podido acelerar la siega”, dice este agricultor de 61 años.

“Quienes cosechan trigo, evitan el hambre” afirma, protegido del sol por un sombrero.

Desde 2019, gracias a las lluvias y a un descenso de los combates, el nivel de las cosechas aumenta en Siria, aunque sin alcanzar los volúmenes de la preguerra, cuando se llegaba a más de 4,1 millones de toneladas de trigo, suficientes para hacer frente a la demanda de la población.

Luego, la producción se hundió con el sangriento conflicto iniciado en 2011, que acentuó la dependencia de Siria hacia las importaciones, en particular de Rusia, gran aliado del régimen.

– “Bendito año” –

Este año se han cosechado 3 millones de toneladas de trigo, según cifras del gobierno, contra 2,2 millones el año anterior.

“Gracias a Dios, ha sido un bendito año, con abundantes lluvias”  dice Mahmud

Hicham al Sayyad, un responsable agrícola local, confirma la próspera temporada.

“Este año, los agricultores de la región han cultivado mil hectáreas más que el año precedente” explica.

“Pese a las sanciones y al bloqueo económico, la agricultura puede ayudarnos a alcanzar el autoabastecimiento” afirma.

Pero los desafíos son cuantiosos. La agricultura está afectada por la hiperinflación que aumenta los costes de producción, en particular la compra de semillas, pesticidas y carburantes.

Esta inflación obedece en gran medida al derrumbe de la libra siria ante el dólar, que hizo se dispararan los costes de las importaciones.

Y los expertos temen que la crisis económica se agrave con la aplicación desde mediados de junio de las nuevas sanciones de Estados Unidos previstas en la “ley César” contra el régimen y las entidades que colaboran con Damasco.

“De manera general, las sanciones aumentan los costes de producción, y agravan nuestra situación”, explica Taleb Jalifa, agricultor de 51 años

– “Autoabastecimiento” –

En junio el ministro de Exteriores Walid Mualem estimó, aunque con cierto escepticismo, que había que ver en la ley César “una oportunidad para reactivar la economía nacional y llegar al autoabastecimiento”.

El mismo discurso hace el director de planificación agrícola en el gobierno, Haytham Haydar.

“Esperamos volver a tener los importantes niveles de producción de la preguerra, que eran más que suficientes” afirma a la AFP.

Según él, Siria afronta una “guerra alimentaria”. Sus prioridades son claras: “Depender de nosotros mismos y reducir en la medida de lo posible la dependencia hacia las importaciones”

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Via: InfoBae – Las cosechas abundantes en Siria alientan la esperanza ante la crisis