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“A un año de recibirme de Ingeniera lo único que quiero hacer a esta altura es dejar la facultad”, escribió en su cuenta de Twitter Brenda Lazcano, estudiante de 22 años que está en cuarto año de la carrera de Ingeniería Forestal de la UNLP.
La joven está indignada y junto a otros estudiantes se reunieron el último viernes para elevar un reclamo formal a las autoridades de la Facultad. Buscan el regreso a las clases presenciales.
“Cansada de la virtualidad, del tiempo extra que demanda y sobre todo cansada de la inoperancia de las autoridades que no garantizan lo que su trabajo les demanda: educación”, agregó Brenda.
La estudiante brindó un panorama bastante crudo de lo que está ocurriendo. Ella es de Maipú. Pasó los primeros meses de la pandemia junto a su familia en el campo pero por problemas de conectividad se radicó en Maipú. Finalmente regresó a La Plata. Creía que el regreso a la presencialidad estaba cerca, pero aún esperan sin respuestas.
“Cursar casi dos años virtuales sin pisar la facultad, el campo o un laboratorio creo que nos quita la posibilidad de aplicar lo aprendido. La experiencia de una práctica presencial es un complemento fundamental a lo teórico por lo menos en estas dos carreras. Es agobiante pasar horas y horas en frente de la pantalla, con actividades sincrónicas y asincrónicas que llevan muchas veces el doble o triple de tiempo semanal estipulado por la materia. Hemos llegado a estar 12 horas semanales solo con una materia viendo videos y a eso sumarle las horas que lleva hacer trabajos, leer material complementario, y en promedio son cuatro materias por cuatrimestre. No hay concentración que aguante a tanto”, cuenta Brenda.
“Es un estrés diario tener que estar continuamente en frente de una pantalla, desde que te levantas hasta que te vas a acostar, para estar relativamente al día y que no se acumulen horas de videos. Y a eso sumarle tener una buena conexión de internet, cosa que no les pasa a todos”, siguió explicando.
Y agrega: “Un gran porcentaje de alumnos está vacunado con por lo menos la primer dosis, cosa que no pasa en las escuelas por ejemplo, y en esa instancia sí hay presencialidad. También es de destacar que nuestra facultad cuenta con pocos alumnos. En mi carrera cursando 4to año no llegamos a ser más de 15. Es increíble que aún no podamos estar reunidos en un aula con distanciamiento y protocolos o en el campo al aire libre. Hay mucha incertidumbre y desmotivación por parte de los alumnos. Muchos dejan materias y hasta la carrera por la falta de respuestas”.
El último viernes se reunieron los alumnos vía Zoom para compartir experiencias y elevar un reclamo a las autoridades. Entre los puntos más importantes, destacaron:
1-Ante la falta de prácticas presenciales, los alumnos han avanzado en materias de la carrera sin tener nociones ni conocimientos prácticos adquiridos, hay instancias y conceptos que no se pueden recuperar si no son presenciales.
2-Ausencia de información oficial en forma constante acerca de la forma en que se van a regresar a las actividades. Toda la información que nos llega es extra-oficial.
3-Los alumnos de los primeros años han avanzado sin conocer la facultad, los campos, los laboratorios, los proyectos de la facultad y a sus compañeros, lo cual implica un desarraigo creciente de los estudiantes en estos espacios de formación.
4-La deserción y la pérdida de motivación para seguir, falta de seguimiento de la permanencia de los alumnos que abandonan esperando la presencialidad efectiva.
5-Ningún seguimiento de los problemas con el aprendizaje o propuestas al bajo rendimiento a la hora de estudiar.
6-Ninguna información acerca de la pérdida de los viajes de estudio de los últimos años.
7-Falencias en las metodologías pedagógicas: sobreexigencia con el tiempo.
8-Desconsideración para con los estudiantes que están a la espera de presencialidad, cuya situación de estudio depende de condiciones como el alquiler y trabajo.
9-Imposibilidad para hacer Trabajos Finales de forma presencial.
