Fuentes del Gobierno señalan que pese a que la velocidad de los contagios se detuvo, la cifra sigue siendo alta.
El Gobierno nacional analiza por estas horas la continuidad de las restricciones vigentes, las cuales incluirían desde mayo cierta flexibilidad escolar. Lo más concreto de las reuniones que se realizaron en los últimos días y que llegó a trascender es que no habría una vuelta a una fase más restrictiva.
A cinco días para el vencimiento del DNU, el único cambio previsto estaría centrado en la presencialidad en los colegios. Incluso se supo que el propio ministro de Educación, Nicolás Trotta, llevará una propuesta al consejo nacional de educación que incluirá los parámetros sanitarios para avanzar en la vuelta de las clases presenciales.
Lo que el Gobierno pretende es que haya la menor circulación posible, sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).Y por eso mismo es que una de las posibilidades que se analizan es mantener la limitación para circular de noche.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, coinciden con el regreso a las aulas, pero con una presencialidad “acotada” de acuerdo al riesgo sanitario de cada ciudad.
“Todo indica que hay muchas cosas de las cosas que están hoy reglamentadas que van a continuar”, aseguran las fuentes cercanas al Presidente.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, mantuvo un encuentro clave con el jefe del Estado durante casi tres horas para analizar el estado de situación. El foco estuvo puesto en la cantidad de contagios que se reportan a diario y el desborde sanitario que, en gran parte del AMBA, está al 100%.
Los principales referentes de la salud privada argentina piden regresar a “fase 1”, o sea, restringir todavía más la movilidad. Así, el tránsito solo quedaría reservado para los trabajadores esenciales.
Lo que sí es seguro es la decisión de que las fábricas sigan abiertas. En el Gobierno estiman que es imposible darse el lujo de “cerrar todo” como en los primeros meses de 2020, lo cual afectaría directamente a la economía nacional y en el peor momento. Por eso, creen, lo más prudente será mantener las restricciones nocturnas, fijas el amesetamiento y pasar la segunda ola.