Se trata de la Dra. en Pediatría María Cecilia Bertone quien lucha todos los días por salvar la vida de niños con cáncer “tiene una empatía especial con los pequeños pacientes del Hospital Castro Rendón, en el que es una de las especialistas hemato-oncológica infantil” dicen
LA NOTA COMPLETA DE LA MAÑANA DE NEUQUEN
Por Georgina Gonzales
María Cecilia Bertone sabe que los niños y niñas con cáncer tienen muchas posibilidades de curarse y detrás de eso trabaja todos los días. Es médica recibida en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), pediatra con especialidad en hemato-oncología infantil, y desde 2019 integra el equipo del hospital Castro Rendón, donde se esfuerza por acompañar a sus pacientes en su lucha por mejorar su salud.
Aunque para muchos sería muy difícil pensar en trabajar con niños enfermos, y mucho más aún con cáncer, para esta mujer de sonrisa amplia y alegría a flor de piel no lo es. Ella piensa en las posibilidades de ayudarlos y ese es su desafío diario.
“La doc”, como le dicen en el consultorio viene de un pueblito muy chiquito en el límite entre La Pampa y Buenos Aires, González Moreno. Se crío en una familia donde la solidaridad era algo cotidiano. Su mamá es docente, de esas que no terminan el trabajo con el fin de la clase, sino que sigue todo el día para saber cómo están sus alumnos. Y su papá es el ferretero del pueblo, el que siempre está dispuesto a ayudar.
“Desde niña mamé el rol del servicio, mi mamá es docente y más allá del trabajo en la escuela siempre estaba detrás de trascender la ayuda de otra manera. Mi familia siempre me mostró la importancia de ayudar a quien lo necesita”, compartió la médica con LMNeuquén.
Ya en la secundaria, María Cecilia se intrigó por aprender sobre el funcionamiento del cuerpo y ahí supo que quería ser médica. La Medicina es una carrera muy larga que luego sigue con la especialización elegida y ella no dudó en elegir a los niños para seguir estudiando. Se recibió de pediatra y luego hizo la residencia en hemato-oncología infantil en el Hospital Garrahan, en Buenos Aires.
Y si bien en la capital del país pudo atender a muchos pacientes con diferentes patologías, tenía muy claro que quería volver con todo lo aprendido a Neuquén, un lugar donde poder brindar su ayuda.
Los niños siempre
Cuando empezó el posgrado tuvo que decidir entre dedicarse a niños o adultos. Y fue algo muy contundente. Sintió una señal que le indicaba que debía trabajar con los niños y las niñas. “Es un lugar donde uno aprende todos los días con su autenticidad, con sus juegos. Ellos son nuestros grandes maestros”, aseguró.
Una clase de la médica que hoy es su compañera de trabajo en el hospital Castro Rendón, Alejandra Cédola, fue la que además la llevó a estudiar la sangre. “Me gustaba la sangre, me atraía el aprender sobre eso y me marcó una clase en la facultad sobre lo que era la leucemia en pediatría. Fue para mí de mucha atracción la gran posibilidad de curarse de los niños y con todo eso me fui a Buenos Aires, ya con la idea de hacer pediatría para después hacer hematología y oncología”, relató la médica.
Bertone junto a una de sus pacientes.
“El trabajo es un trabajo muy complejo, pero también muy gratificante. Las enfermedades hematológicas y oncológicas son poco frecuentes dentro de las enfermedades de los niños, y por eso recibimos pacientes de diferentes ciudades de la provincia”, contó la especialista quien además aseguró que para concretar su tarea pone el cuerpo, las emociones y la mente al servicio de ayudar a los niños y niñas que están sufriendo.
Bertone aseguró que más allá del dolor y de las dificultades, trabajar con niños con cáncer es su elección cotidiana. “Hay algo que no es muy sabido y es que los niños y niñas con enfermedades oncológicas tienen muchas posibilidades de curarse, entonces poder ser la herramienta y el canal para que ellos puedan seguir viviendo, eso es completamente gratificante”, aseguró.
“Así como también acompañar cuando las cosas no andan bien, como trabajás con la vida también trabajás con la muerte”, contó. “En la sociedad es algo muy difícil de concebir la muerte de un niño o una niña, es algo completamente injusto, pero la verdad es que sucede y hay pocos centros donde abordamos esto”, admitió.
La médica pediatra especialista en hematología oncológica infantil destacó el equipo de trabajo dentro del hospital Castro Rendón y aseguró que son imprescindibles los integrantes de Enfermería, Cuidados paliativos, Farmacia, Psicología, Pediatría, Servicios Sociales y administrativos.
“Para poder acompañar a los niños con cáncer el laburo en equipo es clave y debe ser integral, no solo desde lo estrictamente académico de los conocimientos que uno aprende en su formación, sino desde el amor y el acompañamiento”, contó.
Personal del Hospital Castro Rendón en el Día Internacional del Cáncer Infantil.
La afinidad con los niños es una cualidad con que algunas personas nacen. Y dentro de esa clase de personas está sin dudas María Cecilia. Para esta pediatra la conexión con sus pacientes es casi instantánea.
Si bien tiene con ellos una relación de amor, nunca pierde su lugar de médica oncóloga o hematóloga, lo que le permite acompañarlos en todo el tratamiento. “Los controles siguen por muchos años y la verdad que son muchos los que vienen a saludar y es una alegría volver a verlos”, contó.
“La medicina es un lugar de mucha responsabilidad y compromiso, estamos con la salud de las personas. Pienso que lo más importante es el compromiso, la mirada integral donde el cuerpo, no es solo un cuerpo y una mente y un cerebro que se puede ver y tocar, hay mucho más allá de eso. Hay emociones, hay espíritu. Hay alma y corazón. Creo que el compromiso, el amor y la empatía siempre tienen que estar en cada en cada intervención”, describió sobre lo que piensa que debe tener un pediatra.
Desafíos
La especialista fue reconocida esta semana por la Legislatura de Neuquén como una de las mujeres destacadas de la realidad de la provincia durante el año. Recibió una distinción en una jornada en la que la acompañaron otras mujeres neuquinas, de diferentes ámbitos. El reconocimiento la tomó por sorpresa y se convirtió en una alegría para todo el hospital Castro Rendón.
Bertone tiene 37 años y por ahora no es mamá. Disfruta de cada uno de los niños y niñas que le toca atender. Y de cada uno de ellos aprende. Al igual que de su equipo de trabajo, son tres profesionales de la especialidad en ese sector.
Los pacientes que atiende son muy complejos y requieren prácticamente de todo el sistema de salud. Sistema de Salud que atrajo a esta médica de regreso a Neuquén y que por el momento la tiene captada buscando mejorar día a día.
Para que su cuerpo banque el trabajo, esta pediatra hace terapia, también otras terapias alternativas y yoga. “La verdad es que laburo energético es un montón. Uno siempre lo da todo, pero después se traduce en el cuerpo, en las angustias, en el cansancio. Es clave buscar estar bien, si uno está bien puede ayudar de la mejor manera”, expresó la médica quien, además, contó que para estar bien también busca tener buen descanso y buenos hábitos alimenticios y de ejercicios.
“Me parece muy importante vivir en presente, no pienso mucho más allá, trato de no pensar mucho más allá. No aspiro a irme a otro lado, pero sé que mañana puede cambiar. Es un gran aprendizaje de nuestro trabajo que que te dice que en un minuto puede cambiar la vida de un niño, de una familia, de una persona. Entonces es importante vivir el hoy”, aseguró.