Por Rivadavia Primero
Estuvimos en el acto de jubilación de una GRAN DOCENTE. Una persona que hizo del servir, acompañar y educar a los niños, su vocación.
El amor a la docencia quedó reflejado en cada uno de sus alumnos y a cada una de las personas que tuvimos el placer de acompañarla en el camino nos enseñó que hacer por el prójimo es la virtud más linda y placentera que podemos realizar.
Muchas felicidades Maricel….