Roberto “Bicho” Fernández se despidió de su carrera como empleado bancario, reflexionando sobre las relaciones laborales y la evolución del ambiente de trabajo a lo largo de sus 37 años en el sector. En Master FM 102.1 dialogamos con él y nos dejó sus reflexiones de una profesión que volvería a elegir.
“A través del trabajo que es muy lindo yo hablo con unos chicos que pueden ser mis hijos, mis compañeros, de que muchos quisieran acceder a un trabajo como este. La mayoría venimos de gente de trabajo y es muy valorable tener un trabajo de esto, que la gente te conoce, que te da una calidad de vida. Bueno, hay un montón de cosas que uno trata de explicárselo a estos chicos que pues ya te digo, pueden ser mis hijos. A mí, en mi caso muy personal, me encanta atender a la gente e intentar solucionar temas, lo sepa o no lo sepa. Pero bueno, siempre me he puesto a disposición. Es lo único que me llevo. Creo que a nadie lo he atendido mal. Cualquier hora, cualquier momento he atendido el teléfono porque bueno, cuando uno tiene un problema del otro lado hay que tratar de solucionarlo” dijo el hombre muy emocionado.
Recordando sus inicios en el banco, Roberto contó “Trabajaba en la firma Vicente y Mendía, dos apellidos que yo lo llevo en mi corazón. Y por una cuestión de perecer yo había rendido precisamente en el año 82 para el banco y el año 88 venía dos o tres veces por día del banco, en mi cabeza directamente existía que nunca iba a poder acceder a esto, ya había pasado mucho tiempo de haber rendido. Un día por la mañana aparezco como todos los días acá en el banco a hacer lo que correspondía al trabajo que estaba y me dijeron me tenía que entrar al otro día y a mí me corrió un escalofrío por el cuerpo porque me dicen, ¿no te pones contento? Sí, contento me pongo. Entonces, ¿cómo le decía a mi padre en ese momento que el otro día tenía que entrar acá? Después de haber esperado cinco años y medio pues ya en mi cabeza era un imposible. Así fue la realidad. Y la institución, dejando ya que yo después tenga actividades paralelas, me permitió tener dos hijos que son profesionales que de alguna u otra manera pudieron estudiar a través de la estabilidad laboral”
Fernández remarcó que le reconforta y le llena el alma el cariño de la gente destacando además el grupo de trabajo que se había formado en el banco “una relación hermosa en el grupo laboral, cuando son prácticamente en su mayoría mis hijos. Treinta años de diferencia, es mucho. Distintos pensamientos, distintas crianzas. Con treinta años de diferencia es otro mundo”.
En otra parte de la entreevista, Bicho agradeció a colegas y mentores que lo ayudaron en su camino, y expresó su aprecio por la gente a la que atiende, reconociendo que su trabajo le ha traído mucha satisfacción. A pesar de que se siente incómodo ante el cambio a pasar ser jubilado, planea disfrutar de su nuevo tiempo libre y espera siempre con ansías la visita de sus hijos.