La toxica politización de la causa contra el ex presidente, corrompió la mayor investigación de corrupción en la historia de Brasil. Lula no tiene hoteles ni se hizo multimillonario pero no podía desconocer los negociados. Por eso la gente lo castigó con Bolsonaro.
Via: Clarin – Otra vez Lula: del mito del lawfare al oportunismo de la grieta
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