En el 2016 se detectó una serie de misteriosas situaciones en las que diplomáticos y agentes de la CIA se pusieron enfermos. Sufrían vértigo, nauseas y fuertes migrañas. Se habló de contaminación sónica de la que, por supuesto, se culpó a las artes ocultas del castrismo.
Via: Clarin – El “Síndrome de La Habana”: aumentan los daños cerebrales en espías y diplomáticos de Estados Unidos
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