La mujer de General Villegas propietaria de la moto recuperada en América tras haber sido robada en la vecina ciudad pidió una aclaración sobre la noticia de “Persecución en operativo para recuperar motocicleta robada y recuperada”
Soy propietaria de la motocicleta Yamaha XTZ 125 que el domingo 31 de agosto próximo pasado fue robada de mi domicilio (Neuquén 164).
En virtud de la información brindada por la policía de Rivadavia, en el sentido de que como resultado de un operativo policial pudieron recuperar el rodado y detener al presunto delincuente, corresponde que aclare que ni el recupero de la motocicleta ni la aprehensión del Sr. “Piñon” R. fueron llevados a cabo por la policía, sino por mi marido: Carlos Javier Velásquez Vaggione.
En efecto: dos años atrás habían robado de la misma vivienda, mientras estaba en construcción, once neumáticos de camión y herramientas de propiedad de Carlos. En esa oportunidad, detuvieron a “Piñón” R. en América y apenas pudimos recuperar tres neumáticos, que habían sido llevados a esa localidad.
En esta ocasión, tras verificar mediante las cámaras de seguridad que quien se había llevado la motocicleta había sido la misma persona, sospechamos que la moto podría estar en América, y hacia allí se dirigió Carlos en su motocicleta. Luego de haber pasado el cruce con la Ruta 70 y a pocos kilómetros del acceso a América reconoció que una motocicleta que circulaba con dirección a General Villegas era la sustraída. La persiguió durante más de diez kilómetros; en dos ocasiones el motociclista disparó un arma de fuego contra Carlos que, afortunadamente, no le impactaron.
Tras haber tomado por la Ruta 70 en dirección a Colonia Seré y mientras iban forcejeando, ambos cayeron de las motocicletas. «Piñón» R. perdió la mochila (donde estaba la ropa que había usado durante el hurto de la Yamaha) y se metió en un campo anegado. Mi marido llamó a la policía, la cual llegó veinte minutos después y se quedó sobre la ruta ya que NO ENTRÓ AL LOTE PARA BUSCAR A «PIÑÓN R.
Fueron Carlos y un amigo –a quien también había llamado- los que se embarraron y lo encontraron escondido entre juncos. Recién entonces dos policías decidieron ensuciarse los botines y meterse al agua para esposar al Sr. Romero.
Es decir: la colaboración fue NULA: NO HUBO PERSECUCIÓN DE SU PARTE y SE LIMITARON A PRESENCIAR LA BÚSQUEDA.
María Soledad Arroyo – DNI 36.566.402