El rostro adusto del General San Martín otea el horizonte de la pampa sin fin.


Es un rostro joven, de un hombre en la madurez exacta de su vida. En él se refleja la convicción para realizar la hazaña militar más grande de América y una de las más atrevidas de la historia. Está por cruzar las cumbres de los Andes, derrotar a los ejércitos españoles y libertar a medio continente. Eso es lo que refleja su mirada: convicción, honor, fortaleza, disciplina.

El busto se encuentra en un pedestal como corresponde y tiene un momento de atención pocas veces en el año. Probablemente su momento se da los 17 de agosto de cada año cuando le rendimos homenaje y dejamos una ofrenda floral allí. A los pies del General, a los pies del busto que se encuentra en la cara sur de la plaza de Fortín Olavarría.

En su base izquierda se encuentra cocido a fuego el nombre del autor del busto: Luis Perlotti-1943 reza la letra indeleble del metal. Los rivadavienses tenemos una escultura de Luis Perlotti.

No es poca cosa.

Perlotti es uno de los grandes escultores argentinos. Nacido en Buenos Aires en el año 1890, estudió en la famosa mutual italiana Unione e Benevolenza, la más antigua del mundo y orgullo de los italianos que habitan estas tierra y que fue apadrinada por Giuseppe Garibaldi y Giuseppe Mazzini. Posteriormente Perlotti integró un grupo de intelectuales y artistas del que participaron Benito Quinquela Martín, Alfonsina Storni y otras importantes personalidades de la cultura nacional. Se reunía usualmente en el café Tortoni, lugar en donde todavía hoy se puede apreciar el busto de Juan de Dios Filiberto, al igual que en el pasaje Caminito en la Boca en donde también hay un busto de Filiberto realizado por Perlotti.

Poco antes de morir, en el año 1969, Perlotti donó su casa ubicada en el barrio de Caballito a la ciudad de Buenos Aires para que fuera un museo y allí hoy funciona el Museo de la Escultura de la ciudad.

Perlotti realizó innumerables obras referidas al indigenismo, realizó el monumento dedicado a su amiga Alfonsina Storni que se encuentra ubicado en la ciudad de Mar del Plata, frente al lugar en donde la poetisa se suicidó. Realizó para la provincia de Corrientes el monumento al general Bartolomé Mitre; en Chascomús se encuentra su obra homenaje a Los Libres del Sur; en la ciudad de Buenos Aires también se puede apreciar su monumento a Los Andes realizado en bronce en 1941 y representa a las etnias Calchaquí, Tehuelche y Ona, que de norte a sur habitaron la zona de la cordillera andina. En Puerto Madryn en Chubut, realizó el Monumento a los Galeses, entre las innumerables obras que dejó.

Aquí en Rivadavia tenemos el orgullo de contar con esta obra de arte de inestimable valor. Falta saber (me falta saber a mí por lo menos) quien la encargó, por que a Perlotti y en qué condiciones se inauguró, todos fragmentos de una pequeña historia local que hace a nuestra gran historia.

Cuando pasen por Fortín Olavarría, hagan un alto y visiten esta hermosa obra. El General San Martín y Luis Perlotti se lo merecen.

Por Jorge Pablo Rosolen


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