La espera llegó a su fin. Luego de cuatro meses sin actividad, las peluquerías podrán abrir sus puertas y volver a trabajar siguiendo los protocolos de higiene y seguridad para los clientes y sus empleados contra el COVID-19.
Luego que el presidente, Alberto Fernández anunciara una cuarentena escalonada, en la última conferencia de prensa, dijeron que las fechas de apertura de los salones de coiffeur serán desde el lunes 27 para las de Provincia de Buenos Aires, y desde el miércoles 29 de julio para las situadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por su parte, días antes, el vicejefe de gobierno de la Ciudad, Diego Santilli señaló que las peluquerías fue un tema en el que se venía trabajando exhaustivamente, ya que “cuando uno llega a un local se debe lavar las manos con alcohol en gel y mantener el distanciamiento. “Fuimos a una peluquería a ver las divisiones entre los peluqueros”, explicó. Además, dijo que dentro del protocolo para la reapertura “cada peluquero debe tener su kit” para no tener que intercambiar sus materiales.
¿Cómo es el protocolo de las peluquerías?
– Cada profesional atenderá a un (1) cliente por vez. Durante la atención sólo deben estar el profesional y cliente, sin acompañantes.
– El cliente deberá higienizarse las manos antes de empezar la atención. Deberá permanecer durante todo el tratamiento con el tapaboca colocado.
– Las herramientas de diagnóstico como cámara, tablets, etc., de contar con ellas, sólo pueden ser utilizadas por el peluquero y deben desinfectarse después de cada uso.
– A fin de mantener el distanciamiento social, se deberá garantizar un espacio de 15 metros cuadrados entre cliente y cliente.
– Cada estilista deberá tener su propio material de trabajo. Se sugiere que cada peluquero cuente con 1 kit de herramientas limpias (peines, tijeras, clips, pincel, productos para el pelo, etc.).
– Los envases deberán limpiarse y desinfectarse después de cada uso con un cliente. Respecto de los champús, mascarillas o geles, lavarse las manos antes de usar y aplicar un producto, o usar en la medida de lo posible herramientas desechables como espátulas para agarrar el producto de un tarro o incluso de un tubo, evitando tocar el producto y el aplicador.
– Se sugiere no compartir productos o herramientas durante el servicio entre estilistas atendiendo a diferentes clientes. En caso de necesidad, desinfectar el embalaje externo antes y después de su utilización.
– El horario de apertura y cierre podrá ser entre las 11.00 horas y hasta las 21.00 horas respectivamente.
– Se atenderá únicamente con turno previo.
– No podrá haber dentro del establecimiento personas en situación de “espera a ser atendido”, en caso de que eso sucediera, el cliente deberá permanecer fuera del local.
EN EL INTERIOR DEL ESTABLECIMIENTO
– Se debe colocar cartelería visible en el establecimiento, con información actualizada sobre métodos de prevención para el COVID- 19.
– Señalizar los lugares de espera para mantener una distancia de 1,5 metros entre trabajador-cliente y entre clientes.
– Siempre que sea posible se aislará al trabajador de las personas externas al establecimiento. Asimismo, de ser posible, se colocarán mamparas o pantallas para separar al/los trabajador/es del público en general.
– Disponer contenedores de residuos en el interior del local.
RECEPCIÓN DEL CLIENTE
– Recibir al cliente manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 metros.
– Asegurarse que el cliente lleve puesto un tapaboca, en caso de no llevarlo puesto, facilitarle uno. Es preferible el uso del tapaboca con sujeción en las orejas, para mantenerlo en su lugar y que interfiera lo menos posible durante el servicio.
– El cliente deberá higienizarse las manos, a tal fin se podrá a su disposición alcohol en gel o satinizante.
– En caso de llevar consigo chaqueta o abrigo, de ser posible cubrirlo con protector de plástico antes de guardarlo en recepción.
– Retirar la oferta de snacks, caramelos o cafés. Tener sólo agua a disposición del cliente, preferiblemente en vasos descartables o botellas individuales. En caso de tener dispensador de agua, desinfectar cada 2 horas.
¿Qué modificaciones tuvieron que hacer en sus salones para poder abrir?
El estilista Claudio Cerini, fue uno de los primeros que en el mes de junio ya había empezado a realizar los cambios en sus salones para las posibles reaperturas y fue el de la distancia social entre silla y silla para respetar el metro y medio de distancia, al igual que el sector de piletas para el momento del lavado del cabello.
“En cuanto a los lugares de espera, quitaremos ese sector de convocatoria, donde había mucha gente para que solamente pasen a ser de a uno. Tengo también termómetros y barbijos”, puntualizó Cerini.
Leo Paparella, estilista con más de 50 años de trayectoria, también tuvo que modificar sus salones para poder hacer la apertura. En diálogo con Infobae contó qué es lo que tiene que hacer cada cliente que elija su peluquería para atenderse. “Cuando entre la mujer, le tomaremos la temperatura con un termómetro, tiene que venir con su barbijo, hay un pisa zapatos en la entrada y obviamente con su turno previamente asignado. A su ropa se le pone un plástico y se le pide los datos personales para saber el contacto que tuvimos con cada una”.
Sobre el salón, dijo que habrá una distancia de 1,5 m entre clienta y clienta, en la caja estará un blindex, y todos los estilistas tendrán como protección además del barbijo una máscara. “Los profesionales se van a turnar para que no haya tanto personal y solamente van a venir a trabajar los que estén en los salones de cercanía y puedan llegar caminando, en bicicleta o en moto”.
Por último, agregó que para el servicio de manicura, también tendrán un blindex para que no tengan contacto directo con las clientas y solamente tengan que pasar las manos, ya que estarían muy pegadas.
Fabio Cuggini, en diálogo con Infobae sobre la apertura de las peluquerías manifestó que tanto el Gobierno Nacional como el de la Ciudad, terminaron blanqueando lo que estaba pasando clandestinamente con las peluquerías, ya que muchas estaban atendiendo o a domicilio o a puertas cerradas.
“Ojalá que abramos el 29, ojalá que después de 20 días no volvamos a fase 1 y que no le rompan las ilusiones a los peluqueros, a las manicuras que están totalmente ilusionados que una vez por todas abren. Porque estamos en pleno pico”, reflexionó el estilista.
En cuanto a su protocolo de covid-19, Cuggini explicó, “voy a ser austero, tendré un trapo de piso, le voy a tomar la temperatura, le doy alcohol en gel, la clienta llega con su tapaboca, nosotros con el nuestro y le voy a tomar todos los datos para saber quién vino. Normas básicas”.
Un tanto angustiado y enojado por la situación dijo que las peluquerías de barrio están precarizadas, ya que no recibieron nada por parte del Gobierno. “Cuando abra se la voy a dejar a mis chicos -por sus empleados-, porque yo no voy a tener rentabilidad”. “Voy a dejar mi última sangre que me sacó de la pobreza, pero no voy a dejar que se interpongan los corruptos”.
Cristian Glennen, peluquero de Caballito, tenía planes para abrir su nueva peluquería el mismo día que decretaron la cuarentena obligatoria. Pero esto no lo impidió y gracias a su familia que lo ayudó y a un crédito, no perdió sus esperanzas y espera con ansias el 29 de julio para atender a sus clientes.
“Yo tenía un multiespacio, un centro de estética, en Pedro Goyena y Beauchef, y a finales de febrero me empecé a mudar, para arrancar justo el 20 de marzo en Directorio 450. Armé el local, todo, y quedé en medio de la mudanza con toda la pandemia y ahora estoy con toda la expectativa de volver a trabajar”, comentó a Infobae.
“Yo no voy a poner acrílico, porque tengo 250 m2, es un local muy grande y el techo es alto, no puedo dividir, pero tengo 8 lugares de trabajo, y voy a atender sillón por medio respetando la distancia de los 16m2 que me quedan, para atender entre cliente y cliente, igualmente siendo así no voy atender más de 3 personas o 2 personas”, explicó.
Fueron cuatro meses de tener el negocio cerrado, vamos a llegar a 145 días sin trabajo y la verdad que fue muy duro, pagando el 60% del alquiler y el resto cuando abramos que se pagará en cuotas. Los dueños se portaron muy bien conmigo y yo hice una inversión muy grande. Estoy a la expectativa de poder abrir.
Por su parte, César Cantero, CEO de Alfaparf Group dijo que: “Sin duda para el sector claramente es mejor estar abiertos que cerrados. Estar abiertos va a requerir mucha responsabilidad y compromiso de parte de todos. Sin duda hay una esperanza, que es la experiencia de los lugares donde está abierto en Rosario, por ejemplo ya llevan abiertos más de 70 días y no hay ningún contagio que se pueda rastrear en su origen en la peluquería y no hay ningún peluquero que haya contagiado a ningún cliente, con lo cual, si todos somos responsables, si se toman las medidas comprometidas con el protocolo es más que probable que esta apertura de cuarentena sea un éxito”.
Luis Duval, es un peluquero de La Plata que tiene 40 años de profesión. Contó a Infobae que la situación se vivió muy difícil porque su peluquería no es muy grande ya que cuenta con 5 puestos de trabajo, y que 3 empleados, se fueron por sus propios medios, ya que no les pudo pagar el sueldo. “Si bien nosotros fuimos muy prolijos con la limpieza, ahora la nueva etapa que nos viene es agudizar los métodos de higiene. Desinfectar si o si cada lugar, todo material descartable, alfombra sanitizante, usando barbijo siempre o en su defecto máscara que cubra bien el rostro y la preocupación es que de 5 puestos de trabajo voy a poder utilizar solo 2″.
¿Cómo impactó el cierre de las peluquerías en la gente?
Una encuesta realizada por la plataforma digital For Me Insights reveló que el 60% de las argentinas extrañó asistir a las peluquerías y los salones de belleza, un 33% para sentirse renovadas y un 27% para tener un “tiempo para ellas”.
Las mujeres entrevistadas resaltaron extrañar el asesoramiento personalizado, la coloración de la mano de un profesional y el hecho de sentirse gratificadas al salir de la peluquería. Con respecto a la vuelta al salón, las mujeres dieron a conocer que asistirán con inmediatez, una vez que estos abran sus puertas.
Otro aspecto relevante que reflejó el estudio es el de la coloración: las mujeres que expresaron como razón primordial para volver a la peluquería poder teñirse el pelo con un colorista de confianza.
Para el 42% de las mujeres de más de 29 años lo más importante es la coloración. Esto puede deberse a la mano y expertise profesional de los peluqueros: el diagnóstico personalizado, la elección y armado de las coloraciones profesionales que se realizan en los salones, el seguimiento del color exacto para cada clienta, entre otros beneficios.
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