Los combustibles tendrán un aumento de precios que se aplicará desde la semana que viene. Las empresas petroleras pretenden que sea un de 15%, pero desde el Gobierno, que ya dio el visto bueno al aumento, aseguraron que sería de un 7% en promedio.
Tras el congelamiento de precios instaurado en diciembre de 2019, la semana que viene los combustibles tendrán un aumento en su valor, una decisión que quiso ser implementada hace 8 meses por Guillermo Nielsen, presidente de YPF, pero no pudo por la oposición de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ahora Cristina, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, dieron el aval para que los combustibles tengan un aumento en sus precios que será de un 7% en promedio, aunque el aislamiento por la pandemia podría retrasar un poco su implementación.
“Está más barata la nafta que la leche”, defienden en casi todo el sector petrolero, como una señal del atraso de precios. Las compañías hablan de un aumento pendiente del 15%, pero asumen que eso no se podrá trasladar de inmediato.
Contrarios al deseo de las empresas petroleras, algunos funcionarios comentaron que el aumento será de “menos de la mitad” de lo que se pretende, lo que situaría el aumento en alrededor del 7%. Ese promedio suele tener distinta aplicación. En general, los combustibles “premium” suben más.
Las modificaciones en los precios que han venido evidenciando los combustibles se debieron a tributos o costos de biocombustibles, pero en los márgenes de las empresas no impacta un aumento desde el año pasado, ya que el 1 de diciembre se aplicó un congelamiento que finalizará la semana que viene, a más tardar el viernes.