La Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada pidió justicia por el testigo clave en la condena a Miguel Etchecolatz. La palabra de su hijo Rubén.
Organizaciones políticas y sociales marcharon este viernes desde Plaza Moreno a Casa de Gobierno para la aparición con vida de Jorge Julio López, quien fue visto por última vez el 18 de septiembre de 2006 en el medio del juicio en el que testificó contra el genocida Miguel Etchecolatz.
Bajo las consignas “Basta de impunidad” y “El Estado es responsable”, los manifestantes, la mayor parte integrantes de fuerzas de izquierda e integrantes de la Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada, se trasladador el centro de la ciudad con banderas y cánticos para que la Justicia investigue a fondo para dar con los responsables de la segunda desaparición de López.
La movilización, como es costumbre, se realizó desde Plaza Moreno a Plaza San Martín, donde se realizó un acto en el que se leyó un documento. En la actividad hubo fueres críticas al ministro de seguridad Sergio Berni .
Cabe señalar que la movilización se realizó respetando todos los protocolos sanitarios para disminuir las posibilidades de contagio de coronavirus.
Jorge Julio López fue torturado en los centros clandestinos del Circuito Camps, lo liberaron a fines de junio de 1979 y durante décadas apuntó en una libreta sus recuerdos del cautiverio a la espera de que el Estado de derecho le permitiera dar testimonio. Lo hizo durante el desarrollo del juicio por delitos de lesa humanidad que se realizó en el salón dorado de la Municipalidad de La Plata, donde ratificó todo.
El 18 de septiembre de 2006 tenía previsto presenciar los alegatos, pero nunca llegó. Según lo que consta en el expediente judicial, desapareció entre las 0 y las 7 de la mañana. El último lugar donde lo vieron fue en los alrededores de la casa de una policía bonaerense en actividad, cuyo teléfono figuraba en la agenda de Etchecolatz.
La investigación acumula más de 50 cuerpos, pero tal como aseguró Rubén, no avanza. Pese a que no hay imputados, las principales líneas apuntan al entorno del genocida, a los policías que fueron sus subordinados durante el terrorismo de Estado y a un sector del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El hijo del militante dóblemente desaparecido subrayó que la carátula de la causa “sigue siendo ´presunta desaparición de persona´” y confirmó que en las últimas horas presentó un escrito “pidiendo que se recaratule como ´desaparición forzada´”.
“Mi viejo siempre nos protegió, no nos contaba lo que había vivido (tras ser secuestrado en 1976). Nos protegió hasta ese 28 de junio de 2006 que declaró en el juicio contra Miguel Etchecolatz. Cuando lo oímos contarle al Tribunal todo lo que pasó, ahí comprendimos esa necesidad de ir a contar lo que había vivido, lo que había visto”, dijo Rubén López a Télam.
En esa línea, expresó: “Se dice que el primer año de duelo es el más difícil, pero en nuestro caso llevamos 14 años velando a mi viejo. Supongo que cuando sepamos qué le pasó, hasta que no se dé esa noticia, no empezaremos el duelo”. “Aún viven dos hermanas y un hermano de mi viejo, que siguen esperando por él, saber qué pasó”, cerró.