El ex juez de La Plata Luis Federico Arias repudió el abandono de servicios por parte de policías que reclaman aumentos salariales.
La protesta policial en la provincia de Buenos Aires, que tiene uno de sus epicentros en La Plata, generó el rechazó de un sector de la vida social y política de la ciudad. Tal es el caso del ex juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata, Luis Federico Arias, quien enmarcó el episodio en un entramado “destituyente” de gobiernos democráticos que “se disponen a realizar reformas que le generan autonomía o perjudican intereses internacionales”.
“La protesta policial se inscribe en el contexto revitalizado del golpismo en américa latina respaldado por Estados Unidos para afianzar su zona de influencia y hegemonía contra gobiernos populares”, reflexionó el ex magistrado ante la consulta.
“Hemos visto cómo ha sucedido en Honduras, en Brasil y en Paraguay, distintos golpes de Estado cuando los gobiernos se disponen a realizar reformas que les generan autonomía o perjudican intereses internacionales”, señaló Arias.
El actual dirigente político fue crítico del accionar policial y estableció una posición clara respecto de la protesta: “No creo que la policía de la provincia de Buenos Aires se lance a una protesta semejante sin tener respaldo alguno, evidentemente lo tienen, y son los mismos sectores que intentan generar desestabilización, los mismos sectores que quieren miles de muertos en las calles a partir de una crisis sanitaria, los mismos sectores que fogonean todo el tiempo las cuestiones de inseguridad utilizando el miedo de la gente”. “También que han tratado de desestabilizar mediante desequilibrios económicos a través del dólar y de la crisis global económica en la región”, agregó.
Arias también remarcó que que “son los tres ejes” a partir de los que “se está pergeñando esta estrategia golpista”. El referente del Frente de Todos en la ciudad recalcó que “hay que denunciarlo públicamente porque es sumamente grave” y recordó que “ya hay voces que se han alzado al respecto”.
En las últimas horas del lunes, La Plata se convirtió en el epicentro de una importante e inédita movilización policial. Unos 100 agentes y sus familiares se reunieron en 7 y 50 y luego marcharon hasta la Gobernación, donde reclamaron ser atendidos por las autoridades provinciales. Tras más de cuatro horas de protesta decidieron bloquear el acceso al Comando de Patrullas de la ciudad, con el fin de evitar el recambio de la guardia policial, en una clara radicalización de la protesta.
En ese marco, las autoridades bonaerenses anunciaron una fuerte recomposición salarial y el conflicto comenzó a distenderse, aunque todavía se negocian otras reivindicaciones laborales presentadas por los efectivos.