El reconocido médico oriundo de Sansinena y que forma parte del plantel del Hospital Municipal de Rivadavia recibió la distinción que lo reconoce como un ciudadano con cualidades humanas y profesionales dignas de destacar.
EL SERVICIO DISTINGUIDO
La rotaria María Carmona, presentó y se refirió a quien ha sido reconocido como Premio al Servicio Distinguido 2023 que este año recayó en el Dr. Martín Goyeneche a quien se le entregó su distinción y luego el propio médico dejó algunas palabras.
MARTÍN GOYENECHE
El Dr. Martin Mario Goyeneche (para todos Martín) nació el 31 de mayo de 1974 en la ciudad de américa. Vivió toda su infancia y juventud en Sansinena.
Hijo de Ana Casimira Giménez, (maestra y directora de la Escuela nº 4 de Sansinena, en donde cursó sus estudios primarios, siendo su mamá su propia maestra, y de Raúl Goyeneche, el médico del pueblo, querido médico, quien dejo una gran huella en nuestra comunidad.
Tiene un hermano mayor, Raúl (Tapio) Goyeneche, también médico radicado en la ciudad de La Plata, quién le dio 2 sobrinos, Pilar y Juan Pedro.
Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Gral. Villegas, durante todo ese período vivió en el internado de lunes a viernes y se volvía los fines de semana a su pueblo.
Estudió medicina en la UNLP (Univ. Nac. de La Plata), se recibió el 23 de febrero de 2.000, junto a Cristian Cozzi, su amigo de toda la carrera. luego realizó la residencia en Clínica Médica en el Hospital San Martin de La Plata, en el pabellón Damelio, junto a sus compañeros de residencia Gerardo Ferrin, Manuel Fanjul y Walter Ravi Pinto, con quiénes mantiene amistad hasta el día de hoy.
En el año 2003, luego de terminada su residencia se instaló en la ciudad de América y comenzó a trabajar en el Hospital Municipal como médico clínico, cargo que ejerce hasta el día de hoy.
¡En el año 2008 se casó con Julieta y tiene 2 hijos Fausto y Francisco! Esposo y padre ejemplar (según dichos de su propia esposa, que no es poco) con una gran vocación solidaria que seguramente debe saber compartir con ellos.
Y no podemos dejar de mencionar otras de sus pasiones hincha fanático de San Lorenzo de Almagro
El doctor Martín Goyeneche ha demostrado, a lo largo de su carrera, un nivel de excelencia y compromiso inigualables en el ejercicio de su profesión médica. Su pasión por la medicina y su constante búsqueda de conocimiento han llevado a la mejora de la salud y bienestar de numerosos pacientes.
Pero la grandeza del doctor Goyeneche no se limita únicamente a su trabajo en el consultorio o en el hospital. Su compromiso con la comunidad va más allá de sus responsabilidades profesionales.
Todos los que somos pacientes de Martín sabemos de su calidad humana, su templanza, su dedicación, su acompañamiento incondicional, todos sin lugar a dudas más que a un médico vemos a un amigo, y eso solamente se logra cuando como decía la madre Teresa se hacen las cosas ordinarias, con un amor extraordinario, y esa es la gran riqueza de Martín
Su carácter afable y su empatía hacia los demás le han ganado el respeto y el cariño de todos los que han tenido el privilegio de cruzarse en su camino. La dedicación y entrega con la que desempeña su profesión, así como su humildad y generosidad, son ejemplos a seguir para todos nosotros.
En lo personal tuve además el privilegio de haber compartido estos años de trabajo, mostrando en todo momento esa grandeza, su solidaridad, templanza, generosidad, humildad, su fuerte convicción y su buen humor, son virtudes que lo destacan, virtudes que se pusieron en relieve en la pandemia, quien en todo momento – luego de sus largos días de interminables guardia-, encontraba esas palabras para guiarnos en aquellos momentos de incertidumbre y dolor, siempre ahí, incondicional, brindándonos su sabiduría, su fuerza y esperanza.
Todos en nuestro país estamos enfrentados, ante un desafío que no admite aplazamientos, pero no todos tenemos el coraje, la visión, la templanza y la férrea convicción de poner nuestros dones y bienes al servicio de los demás… Martín sí lo hizo
Nuestro país precisa, hoy más que nunca, de estas personas, de sus sueños, su visión, su inteligencia y su vehemente coraje.
Todos necesitamos y tenemos la esperanza de un mundo mejor. Y la forma más sublime de positivar la esperanza consiste en dejar atrás el desánimo y la apatía, sustituyéndolas por la genuina vocación de servir a los demás.
Nos alegra entonces en Rotary, haber pensado en “Martín”, ya que estamos convencidos de que reúne todos los atributos necesarios para merecer esta distinción, porque él ha hecho carne, sin saberlo las palabras del fundador de Rotary International Paul Harris quien allá por 1916 nos decía “Sirvan, sin esperar a que otros lo hagan por ustedes”.
¡Gracias Martín por tu grandeza y compromiso con nuestra comunidad.