El gobierno japonés se comprometió el viernes a estudiar las medidas concretas para reducir su dependencia energética del carbón de aquí a 2030, mientras la prensa informó que tenía previsto cerrar 100 centrales de carbón para esa fecha.
El ministro de Economía, Comercio e Industria, Hiroshi Kajiyama, declaró el viernes que había pedido a sus servicios elaborar propuestas para “detener las centrales de carbón ineficaces y hacer de las energías renovables una importante fuente de electricidad”.
Entre las opciones que se estudian figura el endurecimiento de las normas, lo que llevaría a cerrar las centrales de carbón más vetustas de aquí a 2030, agregó.
El ministro no quiso, sin embargo, dar un objetivo concreto.
El diario Yomiuri Shimbun afirmó el jueves que el gobierno preveía, antes del 2030, cerrar 100 de las 114 centrales de carbón del país construidas a principios de los años 1990, que son, de hecho, las más contaminantes.
En total, hay 140 centrales de carbón en actividad en el archipiélago, que generan cerca de un tercio de la electricidad del país. Unas 10 más están en proyecto de construcción.
Las 26 centrales de carbón más modernas producen cerca de la mitad de la electricidad del país obtenida a partir de este mineral, que Japón importa sobre todo de Australia.
Aunque menos contaminantes que las más antiguas, estas centrales emiten “más del doble” de CO2 que las centrales de ciclo combinado de gas, según Yukari Takamura, especialista de cuestiones medioambientales de la Universidad de Tokio, interrogada por la AFP.
– Críticas reiteradas –
El carbón es la segunda mayor fuente de producción de electricidad en Japón, después de gas licuado natural (GNL), que genera el 38% de su electricidad.
Las energías renovables representan un 17% del conjunto energético actual japonés, y la nuclear 9%.
La dependencia del país respecto a las energías fósiles se disparó tras la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011, que supuso el cese provisional de todo el parque nuclear para revisar las normas de seguridad.
La tercera potencia económica mundial suele ser criticada por no hacer los suficiente para reducir sus emisiones de CO2 en la lucha contra el cambio climático.
Japón se comprometió en 2015 a reducir un 26% sus emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030, respecto a 2013.
El país espera que las energías verdes alcancen el 22-24% de su cómputo total en 2030. También prevé aumentar de forma significativa la parte nuclear, a 20-22%, frente al 25% antes de la catástrofe de Fukushima.
Los objetivos 2030 del gobierno en materia de energías verdes “tendrían que ser más ambiciosos”, según Takamura, que considera que llegar al 30% en diez años sería posible.
Tokio también suele ser objeto de críticas del extranjero por apoyar proyectos de centrales de carbón en el sudeste de Asia.
Kajiyama precisó el viernes que las negociaciones en torno a posibles reglas más estrictas sobre estas polémicas ayudas “han entrado en su fase final”.
“Esta política continúa” por el momento, sobre todo a través del Japan Bank for International Cooperation (JBIC), una institución cercana al Estado que promueve las exportaciones japonesas, recordó Takamura.
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Via: InfoBae – Japón avanza hacia el cierre de sus viejas centrales de carbón