Se trataría de un pedazo de la piedra turmalina que llevaba Facundo y que el año pasado se encontró en un baúl policial.
Hay un nuevo hallazgo en la causa Facundo Astudillo Castro. Se trata del descubrimiento de un pedazo de piedra turmalina en un colchón, ubicado en el galpón de la comisaría de Teniente Origone. En ese mismo lugar, ya se había encontrado otro elemento del joven: un suvenir con forma de vaquita de San Antonio, que el joven de 22 años llevaba consigo en su mochila al momento de desaparecer.
La nueva prueba se da en el marco de las medidas de pruebas que dio lugar la Cámara Federal de Bahía Blanca, luego de que los fiscales Azzolín y Heim decidieran recusar a la jueza María Gabriela Marrón, acusada de ser “parcial” y “encubrir” a los policías implicados en la investigación.
Vale aclarar que el pequeño pedazo de piedra encontrado en Origone, podría coincidir con la que se encontró en el baúl de un móvil de la policía local de Bahía Blanca, en septiembre del año pasado. Ese vehículo oficial, se ubicó a 800 metros de donde finalmente se encontró el cuerpo de Facundo.
“Es así, se encontró este pedazo de piedrita y ahora hay que ver si realmente coincide con la que se encontró en el baúl del móvil policial”, le confirmó a INFOCIELO, uno de los abogados de la causa, Leandro Aparicio.
“El perro Yatel reaccionó a uno de los colchones que estaban en el galpón. El segundo perro no lo hizo de la misma manera, pero también se acercó”, explicó Aparicio. A su vez, el letrado agregó que en las próximas horas se realizará el estudio de luminol para identificar posibles manchas hemáticas que se extrajeron en la comisaría. Lo cierto, es que el nuevo elemento encontrado se suma a una serie de pruebas que apunta directamente a la policía.
El 15 de agosto del año pasado apareció un esqueleto en la zona de Villarino Viejo, denominada “Cabeza de buey”. Semanas después, integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmaron que se trataba de Facundo. En esa zona inaccesible no apareció su mochila, pero sí una zapatilla del joven.
La misma estaba en un estado casi impecable, pese a que habían pasado cuatro meses desde su desaparición, (y se supone) en medio del barro y las condiciones inclementes del tiempo. Un mes después, un pescador dio aviso de la aparición de una mochila: resultó ser la de Facundo.
En la mochila del joven, estaban todas sus pertenencias. Absolutamente todas (incluyendo toda su ropa), pero faltaba su DNI y una tarjeta de débito. Casualmente, una de las oficiales que dijo detener a Facundo en la ruta, tenía una foto de ese DNI en su celular. La foto había sido borrada, después de testificar que el joven “no llevaba cédula de identidad”.
Sin embargo, hay más: los fiscales de la causa confirmaron que un móvil de la policía de prevención local de Bahía Blanca había estado en la zona donde apareció el cuerpo, el 8 de mayo (una semana después de la desaparición de Facundo), durante unos 35 minutos. Ese es el mismo móvil donde se encontró la piedra turmalina de Facundo, en el baúl.