La depresión puede afectar a cualquier persona, más allá de sus vivencias. Reconocerla, hablar y buscar ayuda y tratamiento, son los primeros pasos para salir del cuadro.
El trastorno depresivo o depresión es un trastorno mental común, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo.
La depresión puede afectar a cualquier persona, más allá de sus vivencias. No obstante, quienes han atravesado abusos, pérdidas graves u otros eventos estresantes tienen más probabilidades de sufrirla.
Señales a tener en cuenta
En un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido, que integra tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o una pérdida del placer o del interés por actividades que antes realizaba con entusiasmo.
Un episodio depresivo es distinto de las variaciones habituales del estado de ánimo. Estos episodios – remarca la OMS – abarcan la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
Algunos síntomas pueden ayudar a detectar un episodio depresivo:
Dificultades para concentrarse;
Un sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima;
Falta de esperanza acerca del futuro;
Pensamientos de muerte o suicidio;
Alteraciones del sueño;
Cambios en el apetito o en el peso;
Sensación de cansancio acusado o de falta de energía.
La depresión puede causar dificultades en todos los aspectos de la vida, incluidas la vida comunitaria y en el hogar, así como en el trabajo y la escuela.
Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona.
Diagnóstico y tratamiento
Hay tratamientos eficaces para la depresión, incluidos los tratamientos psicológicos y la medicación
Los tratamientos psicológicos son el primer tratamiento contra la depresión. Pueden combinarse con antidepresivos en casos de depresión moderada y grave. Los antidepresivos no son necesarios en caso de depresión leve.
Los tratamientos psicológicos pueden enseñar nuevas maneras de pensar, de hacer frente a las situaciones o de relacionarse con los demás. Pueden incluir terapia conversacional con profesionales y con terapeutas no especializados supervisados. La terapia conversacional puede llevarse a cabo cara a cara o en línea. Puede accederse a tratamientos psicológicos a través de manuales de autoayuda, sitios web y aplicaciones.
El cuidado personal puede ser clave en el manejo de los síntomas de la depresión, así como en el fomento del bienestar general.
Recomendaciones de cuidado de la OMS:
Seguir haciendo cosas que solía disfrutar
Mantenga el contacto con amigos y familia
Haga ejercicio a menudo, aunque solo sea dar un paseo
Siga, si es posible, unos hábitos alimenticios y de sueño regulares
Evite o reduzca el consumo de alcohol y no tome drogas ilícitas, que pueden empeorar la depresióncuente a alguien de confianza cómo se siente
Sepa que no está solo, que muchos han pasado por esto y encontraron ayuda.
Números
Según la OMS, se estima que el 3,8% de la población experimenta depresión, incluido el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años.
A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión.
La depresión es aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.
En todo el mundo, más del 10% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión. (DIB) ACR