Es para descomprimir las terapias intensivas para adultos de los establecimientos públicos, que alcanzan el 68% en el AMBA, la zona más crítica de la Provincia.
Mientras el nivel de ocupación de camas de cuidados críticos crece en los hospitales públicos bonaerenses, las autoridades sanitarias comenzaron a aplicar un sistema de derivación a las clínicas y sanatorios privados, en lo que fue definido como un sistema integrado que apunta a evitar una saturación de pacientes en el sistema estatal de salud, el cual alcanzó un 68% de ocupación en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona más crítica.
Así lo explicó el ministro de Salud Daniel Gollán durante la conferencia de prensa de este martes, en la que realizó una actualización de la situación epidemiológica. Según indicó, la posibilidad de avanzar con ese sistema integrado, es posible gracias a la aplicación del programa SUMAR del gobierno de Nación, a través el cual se financia la utilización de plazas en las clínicas y sanatorios para pacientes que no tienen obra social ni prepaga.
El ministro explicó la metodología que permite aumentar la capacidad de acción ante la emergencia sanitaria que supone el aumento de casos críticos de coronavirus. Actualmente hay más de seis mil camas de terapia intensiva en toda la provincia y el nivel de ocupación es el 51%, tal como indican los gráficos expuestos por el funcionario.
El ministro de Salud Daniel Gollán, en la conferencia de prensa de este martes –
Sin embargo esa cifra es del total de la Provincia, por lo que la fotografía puede ser más complicada si se toma únicamente el AMBA, donde hay algo más de tres mil camas y el nivel de ocupación promedio es de casi el 64%. “Pero esa cifra es un promedio -dijo Gollán-, en el sector privado la ocupación es del 59% y en el público llega al 68%”.
Es eso lo que llevó al gobierno bonaerense a reforzar la gestión de camas a través del sistema de derivación del sistema público al privado. “Esto nos va a permitir gestionar mejor las camas porque ya no vamos a tener que derivar de un hospital a otro sino que vamos a poder apelar a las clínicas y sanatorios de cada zona, a los cuales se abonará en forma excepcional por la pandemia a través del plan SUMAR”, explicó.
La medida incluye un aporte del gobierno nacional para proveer a las terapias intensivas de las clínicas y sanatorios entre dos y tres camas con sus correspondientes equipamientos, con lo cual aumentará la capacidad general. Para justificarlo, Gollan expuso la evolución en aumento de la ocupación de plazas de cuidado crítico a lo largo de las semanas.
“Esta es una alianza con el sector privado, el cual a través del sistema integrado nos entrega el 80% de la información del movimiento de sus camas para poder gestionarlas”, cerró el funcionario.